Monumento Natural de las Tuerces

Cerca de Aguilar de Campoo, entre las localidades de Villaescusa de las Torres y Mave, se sitúa el paisaje de Las Tuerces. Se trata de un conjunto de formas pétreas resultado de la acción erosiva del agua sobre la roca caliza. Todas ellas forman en conjunto una especie de laberinto a lo largo de más de 50 ha. El espacio ha sido recientemente declarado como Monumento Natural “Laberinto de las Tuerces”.

Son muchas las rutas que se han diseñado para conocer Las Tuerces y el Cañón de la Horadada, siendo la más accesible y corta la que parte de Villaescusa de las Torres. A la entrada del pueblo veremos un parking donde poder dejar el coche. Cruzando el pueblo en dirección al páramo calizo visible en todo momento, nos toparemos rápidamente con el panel interpretativo de la ruta y el inicio de la misma.

Ascenderemos por la ladera un rato hasta alcanzar el alto del páramo y rápidamente veremos las primeras formas destacables. Siguiendo el sendero principal llegamos a Peña Mesa, una roca en forma de seta que es uno de los emblemas del espacio. A partir de aquí parten numerosos caminos, siendo lo más recomendable “perderse” por la zona durante un rato y disfrutar así del espacio. Sin problemas y con un poco de orientación no tardaremos en descubrir algún sendero que descienda de nuevo la ladera hacia el pueblo y así dar por concluida la ruta.

• Flora

Encontramos en la zona algún ejemplar aislado de haya (Fagus sylvatica) y avellano (Corylus avellana), sobre todo en las zonas más umbrosas y frescas. A pesar de estas excepciones, el páramo de las Tuerces aparece dominado por la asociación tomillar-pradera, salpicada ésta por algún arbusto espinoso y brezos (Crataegus monogyna, Genista occidentalis y Erica vagans, por citar tan solo tres ejemplos). En el estrato arbóreo del páramo se asientan pequeños rodales de quejigo (Quercus faginea), melojo (Quercus pyrenaica) y coscoja (Quercus coccifera).

En otro apartado es de destacar que los crestones calizos de este espacio sirven de hábitat a gran variedad de vegetación rupícola (que cría en las grietas de las rocas), que suele ser pulviniforme (en forma de almohadilla) en su gran mayoría.

• Fauna

Las Tuerces es un paisaje heterogéneo que aúna en un reducido territorio un gran número de hábitats, lo que hace que la fauna sea diversa.

En el cercano río Pisuerga, que ha excavado a lo largo de miles de años el Cañón de la Horadada a escasos metros de las Tuerces, ha gozado desde antiguo de gran prestigio la trucha común (Salmo trutta).

En los callejones de piedra, donde apenas llega la luz del sol y la humedad es constante, podemos encontrar anfibios como la salamandra (Salamandra salamandra), el sapo partero común (Alytes obstetricans) o la ranita de San Antonio (Hyla arborea).

Ya en el páramo, entre las fisuras de las rocas, obtienen refugio multitud de reptiles como el lución (Anguis fragilis), el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) o la lagartija ibérica (Podarcis hispanicus).

En el terreno ornitológico, son muchas las aves que aprovechan los cortados rocosos para instalar sus nidos. Algunas de ellas son el buitre leonado (Gyps fulvus), el águila real (Aquila chrysaetos) o el halcón peregrino (Falco peregrinus).

Completan el catálogo faunístico mamíferos como el jabalí (Sus scrofa), el corzo (Capreolus capreolus), el lobo (Canis lupus signatus), la marta (Martes martes), la garduña (Martes foina) o el conejo (Oryctolagus cuniculus), entre muchos otros.